El mejor olor, el del pan; el mejor sabor, el de la sal; el mejor amor, el de los niños.


Graham Greene


martes, 31 de diciembre de 2013

DIAGNÓSTICO SOCIOEDUCATIVO


EL ENTORNO

Cuando hablamos de la relación entre educación y las necesidades sociales del individuo, nos estamos refiriendo necesariamente a un asunto complejo: el de la relevancia de la educación. Parte de su complejidad se expresa en el hecho de que, por un lado, los individuos tenemos necesidades sociales, muchas de las cuales deben ser atendidas por el servicio educativo en el sentido de proporcionar las competencias para satisfacerlas. Por otro lado, la sociedad tiene necesidades, algunas de las cuales son planteadas por función o como exigencia al servicio educativo.

El asunto se complica aún más cuando a esta duplicidad de destinatarios del servicio educativo añadimos el hecho de que la Educación es, por definición, un servicio que se trabaja en el presente y para el futuro, pues forma a sujetos que serán adultos y ciudadanos en pleno derecho en un horizonte temporal cuya realidad difícilmente alcanzamos a vislumbrar; por ende, un papel a desempeñar, tiende a que la educación brinde la posibilidad de satisfacer las necesidades sociales. Mismas que suelen converger en una convivencia sana, provechosa y constructiva con sus semejantes, y para ello requiere: comunicarse, entendiendo  esta como la competencia a desarrollar y enfatizarla en la comunidad escolar.

También debe contar con elementos que le ayuden a entender al otro y a los otros, ubicándolos en el tiempo y el espacio; mediante una escucha y habla efectiva donde el rol de la escuela se dirija a la comprensión y el respeto por el otro; en el ambiente escolar el sujeto debe aprender a enfrentar problemas y resolverlos de manera individual, sin olvidar que el trabajo en equipo es una habilidad a fomentar en la institución, así, el niño logrará desempeñarse de manera adecuada en un ambiente democrático, observando a la democracia como una forma de vida. Esta necesidad social le exige a la escuela que brinde a los alumnos múltiples oportunidades para participar, tomar iniciativas, cuestionar reglamentos, etc., la escuela es un sitio privilegiado para el desarrollo de competencias implícitas en esta necesidad pues constituye en sí misma una microsociedad que puede auto organizarse como una verdadera democracia.

Ahora bien, todo lo anterior se ve fuertemente potenciado en la medida en que el sujeto logra desarrollar otras competencias básicas tales como la de buscar información, la de razonar, la de pensar, la de reflexionar sobre su aprendizaje y su pensamiento (metacognición, metapensamiento), la de seguir aprendiendo de la escuela y de la vida. Pero estas habilidades, por sí solas, no garantizan el aprendizaje para convivir (las competencias para satisfacer las necesidades sociales), ni las competencias sociales, por sí solas, aseguran el desarrollo de habilidades cognitivas fundamentales y superiores. Es función de la escuela no sólo desarrollar ambos conjuntos de habilidades y competencias, sino también –sin duda lo más difícil- ponerlas en relación. 

La restructuración de las escuelas y de la vida escolar, en cambio, se ha trabajado poco en este proceso de Reforma Educativa, si bien existe la conciencia de la necesidad de hacerlo. La escuela, como microsociedad que educa, ha de ser transformada de manera tal que su organización y su vida cotidiana formen a los alumnos en el mismo sentido, pero con otros medios que le son propios, que el perseguido en la Reforma Curricular. Dicha restructuración incluye un trabajo en colegiado por parte de los docentes, así como una vinculación más estrecha con padres de familia y con la sociedad.

En la propuesta curricular 2011, se considera central ofrecer oportunidades de aprendizaje que permitan al estudiante hacerlo significativo y utilizarlo en diversos aspectos de su vida cotidiana: cuando debe resolver cuestiones de conteo, en sus formas de comunicación, en su interés por comprender su entorno social, o bien en el cuidado de su salud. Esta perspectiva considera que los alumnos poseen capacidades, experiencias y conocimientos que han adquirido en el ambiente familiar donde se desenvuelven, y que han sido reforzados en el nivel escolar previo.

En ese sentido, deben tener presente que una competencia o capacidad no se adquiere de manera definitiva, sino que amplía y enriquece en función de la experiencia, los retos que enfrenta el individuo durante su vida, y los problemas que logra resolver. Pasar de un enfoque frontal centrado en el manejo de la información a uno basado en el desarrollo de competencias, implica el diseño de situaciones didácticas que signifiquen desafíos y que se estructuren paulatinamente en niveles de logro.

Estas ideas de cambio en la Educación –pasar de un modelo de enseñanza a otro que lleve a la participación de los alumnos- no es nueva, pero adquiere un significado diferente en el contexto del mundo actual. Este tema se ha venido concretando a nivel nacional bajo la óptica de lo que se denomina “Formación por competencias”.

DIAGNÓSTICO SOCIOEDUCATIVO
ESCUELA PRIMARIA “MIGUEL HIDALGO”
2° “B”

La República Mexicana está constituida por 31 estados y un Distrito Federal, es decir 32 entidades federativas, todas unidas bajo un pacto para resolver los problemas generales que las afectan y establecer relaciones con los demás estados.

Tlaxcala es el estado número veintinueve; su capital recibe el mismo nombre. Etimológicamente significa “en el peñasco” derivado de dos raíces Texcalli (peñasco) y lan (lugar). Sin embargo no es el único significado que recibe, puesto que antes de la llegada de los españoles, los indígenas usaban la palabra de origen náhuatl Tlaxcallan para nombrar su territorio, con un significado equivalente a “lugar del pan de maíz” o “lugar de la tortilla de maíz”.  En el glifo que representa a Tlaxcala se pueden observar elementos que hacen referencia a ambos significados: dos cerros pintados de verde porque en esa época había muchos bosques y dos manos sosteniendo una tortilla.

Tlaxcala está limitado por tres estados: hacia el norte, este y sur limita con Puebla; al oeste con el Estado de México y hacia el norte y este con Hidalgo. Tiene una extensión territorial de 4060.93 kilómetros cuadrados, por lo que es el segundo estado más pequeño y se localiza a una altitud sobre el nivel del mar de 2,252 metros. El Censo de Población 2010, nos revela una población de 1 169 936 habitantes en total, de los cuales 604 161 son mujeres y 565 775 hombres. Políticamente se divide en 60 municipios, entre ellos Santa Ana Chiautempan.

Chiautempan significa “en la orilla de la ciénega”. En esta pequeña población la principal actividad es la fabricación de sarapes, jorongos, saltillos, cobijas y los famosos gobelinos de lana. Actualmente Santa Ana Chiautempan es un centro textil de gran relevancia, se pueden encontrar tanto factorías de grandes dimensiones, como pequeños talleres familiares, donde algunas familias aún elaboran los textiles de fibras naturales. Son fervientemente religiosos y su celebración principal es la última semana de julio celebrando a Nuestra Señora de Santa Ana. Hasta estas fechas conservan inalterables muchas de sus costumbres.

En Santa Ana Chiautempan existe gran variedad de alimentos dentro de los que destacan: el mole prieto de guajolote, barbacoa blanca de hoyo o en mixiote, el guisado de haba, junto con las frutas como el capulín, tejocote, pera, durazno y calabaza, acompañado con la bebida del pulque natural considerado la bebida de los dioses, el cual complementa la delicia de la gastronomía de este municipio. Tiene 6152 habitantes (Censo, 2010), de los cuales 3469 son mujeres y 2683 son hombres.

Posee todos los servicios públicos necesarios como son: agua potable, luz eléctrica, gas doméstico, alcantarillado, drenaje, teléfono, transporte público, servicio de cable (televisión), correo, internet, entre otros. Su ubicación estratégica ha permitido la edificación de construcciones importantes para el estado. Cerca de la colonia “El Alto”, está ubicada la carretera que comunica al estado de Tlaxcala con Puebla, por lo que diversas líneas de trasporte público transitan ésta vía corta (denominación que se le ha dado); esto mismo permite que haya movimiento de automóviles de manera permanente. Sus calles son muy transitadas provocando en algunas ocasiones caos vial.

La población que la habita es diversa, debido a la multiculturalidad de los mismos. La actividad económica es variada, se observa que solo una pequeña población son profesionistas como: profesores, abogados, médicos, licenciados, entre otros; pero también hay personas que solo tienen la secundaria y algunos otros la preparatoria, lo que permite que solo muy pocos tengan carrera técnica y se desempeñen en trabajos informales y algunos otros trabajen el sector manufacturero. La mayoría de los habitantes son personas foráneas, que llegaron a establecerse en la colonia en busca de un mejor empleo y siendo ésta un lugar cercano a la ciudad es como ellos deciden habitarla. La autoridad máxima de la colonia es nombrado delegado (a) quien junto con un secretario (a) ostentan el poder; ambos son electos de manera democrática cuando hay relevo de gobierno municipal.

La religión que prevalece es la católica y celebran el día 12 de diciembre su fiesta patronal dedicada a la Virgen de Guadalupe, mismo nombre que recibe la parroquia del lugar. Entre las fechas que celebran están: 6 de Enero, 2 de Febrero, Semana Santa, Día del Niño, 10 de mayo, Feria de todos Santos, 2 de Noviembre, Navidad y Año Nuevo. Mismas que son festejadas en cada familia de manera particular. Por estar cerca de la capital, comparte dos tradiciones: el Carnaval y Semana Santa. En los cuales los habitantes participan con gran entusiasmo.

Respecto al sector salud, existen a su alrededor clínicas, consultorios privados que están dispersos en las calles de la colonia y algunas instancias cercanas como el ISSSTE y el IMSS. Debido a que la colonia se encuentra en una zona alta, las enfermedades que más padecen los alumnos (as) son las respiratorias, siendo éstas algunas de las causas por las que llegan a ausentarse de clases. Existe otro problema que es la desnutrición aunada a la mala alimentación que se les brinda en casa y que no es supervisada por sus familiares. Gracias a la existencia de consultorios y clínicas es como se les brinda la ayuda de manera en que todos los habitantes tengan acceso a una buena atención médica.

En lo que se refiere al sector educativo, existen escuelas particulares, desde nivel preescolar, primaria, secundaria y bachillerato, 3 instancias infantiles, 1 preescolar, 1 secundaria, 1 universidad y 1 primaria con doble turno; a este último subsistema pertenece la escuela primaria “Miguel Hidalgo”, cuyo origen de su nombre se debe gracias al iniciador de la lucha por la independencia, El cura Don Miguel Hidalgo y Costilla; considerado como el “Padre de la Patria”. Su fundación se remonta a los años 40´s donde se impartían clases en las casas, ubicadas alrededor en lo que ahora es el centro de Chiautempan. En el año de 1957 se fundaron los primeros edificios en la Colonia en Alto, desde entonces recibió este nombre. 

Para ese entonces contaba sólo con 3 salones funcionando como escuela bidocente. En ese entonces la función principal de los profesores era la de enseñar a leer, escribir y manejar las operaciones básicas. Poco a poco fue creciendo la matrícula escolar, por lo que en el año de 1969 la federación determina nominarla urbana, y no sólo por la cantidad de alumnos, sino también porque el contexto y los servicios con los que contaba la colonia ya eran los idóneos para poder considerarla de esta manera. 

Actualmente la Escuela Primaria Miguel Hidalgo, con clave 29DPRO148U, se ubica en la Colonia El Alto, Chiautempan, Tlaxcala. Su director es el Maestro Bernabé Saavedra. La institución pertenece al sistema  federal transferido, es parte de la zona escolar 40, dirigida por el Profesor José Dolores Padilla quien funge como supervisor y pertenece al sector educativo 04 a cargo del Profesor Patricio Pérez Castillo, como jefe de sector. La organización es completa y tiene un horario de 8:00 a 13:00 horas y solamente en periodo invernal se recorre media hora, trabajando de 8:30 a 13:00 horas, de lunes a viernes, respetando el calendario escolar.

Su edificación es de block, tabique, cemento y varilla, la protege una barda de cemento con rejas. Las aulas son de concreto, revocadas y pintadas, con un techo de dos aguas, con puertas de lámina y ventanas amplias que permiten que haya una buena iluminación en cada una. Existen dos puertas principales, una que da acceso al turno matutino y la segunda al turno vespertino. Tiene una cancha de basquetbol que a su vez es utilizada para realizar actos cívicos-sociales, del mismo modo para las actividades de educación física. En esta misma se encuentra el asta bandera. Hay un área en la parte trasera del patio, que se utiliza para que los alumnos jueguen futbol a la hora de recreo.

La institución posee 14 aulas, de las cuales 12 se ocupan para impartir clases en cada grado (1° a 6°) habiendo dos de cada uno (A y B), otra para la sala de cómputo (aula de medios) y una más para la biblioteca,  una dirección, un salón de inglés, un espacio para el docente de educación física, una bodega donde se guardan materiales deportivos y de limpieza, a un lado de ésta hay un espacio donde se ubica el comedor y que a su vez funge como cooperativa y  dos sanitarios uno para niñas y otro para niños. A un lado de la biblioteca hay un aula en obra negra, que fungirá como aula para los maestros de USAER; sin embargo está muy lento este proyecto.

Debido a que la escuela está construida en forma de cuchilla, no tiene espacios aptos para que los alumnos jueguen; sin embargo se han adaptado bancas y juegos atrás de los salones de primero, con la finalidad de ser utilizadas por los mismos. Prevalecen algunas áreas verdes y árboles que rodean una parte de la cancha de futbol. Por ser una escuela de organización completa, cuenta con personal para cada área: un director, un profesor adjunto (subdirector), doce profesores frente a grupo, un profesor de educación física, un profesor de educación especial (USAER), de lenguaje y un psicólogo;  y un auxiliar  de mantenimiento (intendencia). 

Para el buen funcionamiento de la institución educativa, se formó el Consejo Técnico que está integrado por los profesores; estando al frente un presidente que es el director de la escuela, una secretaria y los demás fungen como vocales. Así mismo existen diferentes comisiones denominadas permanentes: acción social, cooperativa, biblioteca escolar, higiene y puntualidad escolar, periódico escolar, computación y simulacro.
Además hay un comité de Padres de Familia, que está conformado por un presidente, un vicepresidente, un tesorero, un secretario y seis vocales; que trabajan en coordinación con la dirección para dar apoyo a la escuela en diversos aspectos cívicos, sociales y de mantenimiento.

La comunidad escolar está conformada por 468 alumnos, distribuidos en los diferentes grados y grupos. Dentro de la institución podemos distinguir las aulas de acuerdo a la ubicación de grados, el grupo que atiendo durante el ciclo escolar 2013-2014, es el 2° “B”; éste, se ubica a un costado de la cancha de basquetbol. El salón está construido con materiales de concreto, block, arena, grava y cemento; sus paredes están revocadas, el techo en forma de dos aguas cubierto de varilla en su colado, sus ventanas y puerta son de estructura metálica, piso de azulejo color blanco, tiene una superficie total de 48 metros cuadrados (6x8m). Su exterior está pintado de color verde y el interior color crema, mismo que permite una buena iluminación.

En el aula están distribuidas 20 mesas binarias y 40 sillas, que dan cabida a los 40 alumnos del grupo, de los cuales 18 son niños y 22 son niñas. También hay un pizarrón de acrílico, un stand de metal que se utiliza como exhibidor, un escritorio, una silla para el maestro, un mueble de madera que sirve para guardar material didáctico y de higiene y cuatro portalibros de plástico que sirven para los libros de la biblioteca áulica.

Las edades de los alumnos que atiendo oscilan entre los 7 y 8 años. Al inicio del curso escolar observé que la organización del grupo era cambiante, puesto que su regreso a la primaria pero a un segundo grado les permitía tratarse con más confianza y aún seguían buscando jugar entre pares; sin embargo seguían sintiendo miedo a lo que les pudiera pasar, por eso mismo la manera en que se sientan es oscilatoria, por lo regular toman su lugar conforme van llegando al aula. Por ser pequeños platican mucho, les gusta jugar y sobre todo pedir permiso para ir al baño a cada rato.

Es un grupo que presenta dificultades para seguir reglas y  patrones de conducta positivos; cuando se trabaja en equipo, entre ellos delegan la responsabilidad del trabajo en un solo integrante. Al evaluarlos aplico rúbricas, las cuales han arrojado un aprovechamiento escolar muy bajo; esto ha traído como consecuencias que se carezca de un ambiente áulico favorable para el aprendizaje mismo que es perjudicado por la indisciplina de los alumnos (as), asimismo que los padres de familia han responsabilizado a la escuela como la única instancia para resolver problemas de carácter educativos, y algo importante es que hay una falta de identidad de los padres para con la tarea educativa.

Se ha llegado a un grado de apatía hacia los estudios, los pequeñitos creen que el desempeño que muestran es idóneo, pero no se esmeran por sacar buenas notas; de 40 alumnos que conforman el grupo, 15 tienen un rendimiento bajo. Esto se ha visto afectado por la falta de responsabilidad de los padres de familia para con sus hijos (as). Pese a que es un contexto urbano algunos padres de familia siguen pensando que es el maestro el único que tiene la responsabilidad de resolver los problemas al interior del aula.

Me parece importante rescatar el hecho de que el proceso educativo es función de tres actores: padre de familia, alumno y docente. Generalmente la relación entre docentes y padres de familia se limita a la entrega de boletas de calificaciones, organización de algún evento social e informes de la mala conducta de los niños o del bajo aprovechamiento escolar. Son pocas las ocasiones en las que estos espacios tienen como finalidad analizar algunos aspectos como: la convivencia familiar, la comunicación, la relación afectiva entre padres e hijos, y la orientación para que apoyen el trabajo escolar en casa. 

Es necesario que juntos, maestros y padres de familia encontremos mejores formas de trato hacia los niños. Para ello se requiere que planeemos esta coordinación; es decir, formulemos estrategias y condiciones para lograrlo; es decir realizar un plan de acción que desde nuestra función podamos atender. Muchas veces los padres requieren mayor información acerca del desarrollo de sus hijos y de cómo tratarlos. Desde la función como maestra puedo promover reuniones en donde algunos especialistas hablen sobre las características del niño y los padres externen sus dudas y construyan alternativas de solución para mejorar su relación con ellos.

En este sentido, la familia debe tener una actitud activa y participativa, más allá de las aportaciones puntuales de información sobre los hijos, en la medida que lo requiera como maestra: esto es, trabajar conjuntamente en la orientación de la persona en orden a un proyecto común de educación. Si no se produce ese acuerdo previo sobre cómo y para qué queremos educar a sus hijos (as), la disfuncionalidad en la relación padres-maestros y en el mismo proceso educativo, estará asegurada. Una escuela no puede limitar su actividad a los campos que sean de su exclusivo interés, sin atender a las necesidades de la familia. Esa peculiar relación de confianza-servicio deberá ser característica de la escuela. El proceso educativo no es responsabilidad meramente del niño, del docente o de la escuela, sino que de cierta manera involucra a los padres de familia, puesto que lo que se trata de hacer es que maestros y padres de familia tratemos de encontrar mejores formas de trato hacia los niños y estrategias para ayudarles a superar sus dificultades.

Por ello considero que en el proceso enseñanza-aprendizaje el maestro y el alumno no debemos estar solos, sino que hemos de contar con el apoyo de los padres de familia el cual es indispensable y se refleja en el aprovechamiento escolar. Como maestros podemos y debemos ponerle todo el empeño y esfuerzo a nuestra práctica docente teniendo en cuenta las necesidades cognitivas, y también las ganas y el interés que el educando tiene para aprender .


Ahora me hago un cuestionamiento que surge a raíz de mi problemática: ¿cómo lograr un compromiso adecuado de los padres de familia en el proceso educativo, sin que se convierta en una interferencia intolerable con el mismo?

lunes, 2 de diciembre de 2013

LA AVENTURA DE SER DOCENTE


Desde pequeña soñaba ser maestra y aunque tuve la oportunidad de estudiar la universidad, siempre me inclinaba hacia la docencia. Una vez que terminé la Licenciatura en Educación Primaria (2008-2012), presenté el examen de oposición para poder ser acreedora a una plaza docente, esto fue en el año 2012, para mi satisfacción resulté ser una candidata para obtener un trabajo, en efecto me gané la plaza a través de este concurso. Durante ese mismo año ingresé al sistema, para ser exacta el 01 de septiembre del año 2012.

Por ser de nuevo ingreso me mandaron a un contexto rural, bueno a mi parecer semi rural porque cuenta con la mayoría de los servicios, además de que está muy bien comunicada la comunidad en donde comencé a trabajar. Fue toda una experiencia empezar a trabajar en este tipo de contexto, en donde la figura del maestro es valorada por las personas que habitan la colonia. Realmente se respira un ambiente de tranquilidad y compromiso por parte de los padres de familia e incluso de los propios alumnos.Al llegar a esta escuela, me encontré con la sorpresa de que por  no haberse completado la matrícula de primer año, tuvieron que fusionar primero y segundo, y por ende sería yo la que atendería ambos grados. 

Debo confesar que esto creó en mí un reto y a la vez una preocupación porque sin tener la experiencia me preguntaba qué es lo que debía hacer y deduje que tenía que ocuparme en lugar de preocuparme. Tenía las herramientas solo era cuestión de ponerlas en práctica.Una vez estando al frente de mis pequeños alumnos supe que no me había equivocado de profesión, y fue precisamente en donde me inicié como profesora frente a grupo y donde comencé mi trayecto laboral.Tengo 1 año 2 meses de servicio y me siento muy orgullosa de ser profesora de educación primaria, ser maestra es algo maravilloso, y siempre he dicho que al amor transforma mentes y lejos de ir a ser una simple enciclopedia que sabe todo (porque así nos percibe la sociedad) quiero hacer de mis alumnos seres brillantes, capaces de ser libres dentro de este mundo de limitaciones, que piensen, razonen y se sientan partícipes de lo que les corresponde hacer.

Soy de las personas que se compromete con lo que hace, amo mi trabajo, doy quizá más del tiempo establecido en una jornada de trabajo, y no es porque sea joven o porque comience a trabajar (como la mayoría de las personas me lo expresan), más bien se trata del COMPROMISO que tengo para con mi trabajo. Son personas las que estoy formando y como tales deben ser tratadas. En cuanto a las funciones que desempeño, la principal es que tengo a mi cargo la enseñanza frente a grupo, en este caso con dos grados.

Desde mi punto de vista podría decir que me gusta cómo llevo a cabo mi trabajo, sin embargo siempre habrá cosas por mejorar. Con mis pequeños (as) realizo infinidad de cosas, pero lo más importante para mí es que ellos se sientan bien, jugando, cantando, bailando, pintando, escribiendo, redactando, contando, entre otras estrategias. Algo que hago es predicar con el ejemplo y lo aplico para con los padres de familia también y es que debemos estar conscientes de que somos piezas clave en el proceso educativo, quizá hasta un modelo para los actores que intervienen en él.

Mis expectativas sobre mi práctica docente son altas y quizá hasta un poco utópicas, sin embargo nuestra mejor carta de recomendación será nuestro trabajo y eso es lo que debemos de hacer en tiempo y forma y de la manera que nos corresponda. Ser docente me ha permitido crecer personal y profesionalmente, entender que si algo queremos cambiar debe comenzar por nosotros mismos. 

Es cierto, no es nada fácil, pero tampoco es imposible, solo es cuestión de que demos un plus y valoremos nuestro trabajo como lo que es, una profesión humana y llena de calidad por todo aquello que somos capaces de transformar. A diario me propongo ser una maestra para recordar y es que eso es lo que deseo con el corazón, que mis alumnos recuerden lo divertido que fue aprender, pero aprender para la vida. Una vez que se está dentro del sistema, uno decide si ser igual que todos o ser diferente por tener la capacidad de poder tomar decisiones conforme a lo que nos enfrentamos. Prueba viva esta que el prepararse nos abrirá muchas puertas, pero la más importante es poder transformar nuestra práctica docente.

PROFESORA
ELIZABETH LÓPEZ HERNÁNDEZ

MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA


 
Estudié la Licenciatura en Educación Primaria, en la Escuela Normal Urbana Federal “Lic. Emilio Sánchez Piedras”, en el estado de Tlaxcala. Egresé en el año 2012. Una vez ya estando dentro de la normal, no tuve ningún problema académico, a lado de otros compañeros siento que no carecía de información respecto a la carrera, me sentía inmiscuida en todo lo relacionado al ámbito educativo. Durante mis cuatro años de formación, participé en todos los eventos a los que me invitaban, congresos entre normales, foros educativos, ponencias en la normal, exposiciones, demostraciones de trabajos, organización de eventos, un sinfín de actividades que marcaron mi práctica docente y que fortalecieron mi identidad como maestra.

Respecto a las visitas y prácticas que hacíamos a las primarias, siempre me involucraba con el trabajo del maestro titular, nunca puse un pero para hacer algo, al contrario me mostraba siempre animosa y colaborativa con los alumnos, padres y maestros de los diferentes centros escolares a los que acudí. Siempre me ha gustado interactuar con los alumnos, platicar, hacerme su amiga; además de dar clases, tengo una ideología que siento que me ha funcionado y es que recuerdo tanto una frase que dice: “Educar es amar, con la ilusión de que un día esa semilla germinará”, y es que si educamos con amor (Lidia Turner) podremos hacer maravillas con esas mentes que poseen los alumnos en sus diferentes facetas.

Soy de las personas que da su tiempo y más del que debe para con sus alumnos, empatizo y pienso en aquellas actividades que puedan arrojarme resultados visibles y duraderos, no efímeros ni instantáneos. Me gusta hacer material didáctico, preparar mis clases y hacer todo lo humanamente posible para mis alumnos.  No se trata de juventud sino de amor a lo que hacemos, compromiso docente, de identificarnos con la educación.

Bueno durante toda mi carrera mostré actitudes positivas, siempre busque alternativas de trabajo y sugerencias enriquecedoras, al término de mis estudios en mi último semestre tenía que elegir una problemática para mi documento recepcional y fue aquí donde tuve que persuadir sobre un tema que me llamaba la atención y fue: Cómo se adquieren las prácticas sociales en niños de primer grado, es decir cómo es que los alumnos aprender a leer escribir, hablar y escuchar desde los primeros años de educación primaria, tuve que darme a la tarea de investigar sobre todo lo referente al tema y es que era tan amplio y ambicioso a la vez que opté por escribir sobre lo que a mi parecer recaía en mi problemática, realmente fue una año enriquecedor, mi maestra titular me dio la apertura de atender al grupo como si fuese yo la maestra de base, y eso hizo que me sintiera en confianza y pudiera desempeñar mi trabajo con éxito.

Llegado el momento de defender mi documento recepcional, me encontraba frente a tres sinodales que desconocían lo que realmente había vivido dentro del aula y es que no acabaría de escribir todo lo que sucedió y que finalmente enriqueció mi amor por educar (enseñar), lograr que mis pequeños aprendieran jugando, platicando, corriendo, contando, narrando, etc.

Mi examen profesional duró aproximadamente cuatro horas y es que tuve dos rondas de preguntas, y al final logré una MENCIÓN HONORIFICA, muy contenta me titulé porqué fue aquí cuando recordé todo lo que tuve que pasar para darme cuenta de que ser maestra era mi verdadera vocación. Pero ahí no terminaba todo, al contrario empezaba todo, tenía que salir al mundo, tenía que salir a demostrar de qué estaba hecha, y fue así que una vez egresada, saqué ficha para presentar examen de oposición para adquirir una plaza docente y estaba segura de que si era legal el proceso podría aspirar a obtener una. 

Me dedique a leer y llegado el día del examen supe que lo iba a lograr, quince días después publicaron los resultados y para mi satisfacción fui acreedora a una PLAZA DOCENTE, sentí que esto apenas empezaba y que las cosas llegan por sí solas. Era tanta mi felicidad que recuerdo que esas vacaciones que pasé fueron las más tranquilas porque sabía que ya tenía trabajo y que gracias al esfuerzo y al empeño que coloqué en toda mi formación profesional es como logre obtener un trabajo digno de todos los sacrificios y pruebas que tuve que pasar. Aún recuerdo que uno de mis sinodales me pregunto que cuáles era mi proyecto de vida, y a esto respondí que me gustaría estudiar la maestría y seguir preparándome porque en un futuro me gustaría poder trabajar fuera del país si es que todo sale como lo tengo pensado, que no quería quedarme con la licenciatura porque mis aspiraciones son grandes y en grande debo pensar.

Una vez ya aceptada en el sistema de nivel Primaria, me ubicaron y fue cuando me mandaron al Sector 06 Zona 22, iba a disposición de la misma. Esta zona está en Hueyotlipan, cuando me enteré no sabía ni donde estaba este lugar, era tanta mi emoción y miedo a la vez porque ya no iba a la escuela, ahora me tenía que presentar a mi trabajo, y lo hice, la supervisora me ubicó en la Colonia Adolfo López Mateos en Hueyotlipan.

Recuerdo que ese día la directora de este plantel se encontraba en la supervisión y fue ella quien me llevo a la primaria y me presentó al personal que laboraba en ella. Era tanta mi incertidumbre porque no sabía que grado me iba a dar y sorpresa me asignaron primer y segundo grado, para mí fue un reto desde que me lo dijo, porque recordaba mi formación en la normal y jamás nos dijeron cómo trabajar con dos grupos, jamás nos guiaron sobre esas situaciones que se viven fuera de la escuela, y es cuando me propuse ser una maestra para recordar y seguir con mi ideología. No lo negaré, al principio me costó, el hecho de viajar una hora también me pesaba pero pensaba en mis alumnos y sentía que todo valía la pena por ellos, que no estaba ahí por un salario, estaba ahí por un compromiso, porque de verdad amo mi profesión.

Pasaba el tiempo y me adapté a la comunidad, los padres de familia me aceptaron muy bien y es que será que ellos lo que quieren es trabajo y eso es lo que yo hago dentro de mi aula, involucro a cada uno y lejos de terminar planes y programas, libros de texto y cuestiones que nos rige el sistema, lo que hago es crear en los alumnos ese sentido de pertenencia, de luchar, de querer ser alguien más, de amar, de respetar a los suyos, de asistir a gusto a clases, y es que si logramos todo esto, el trabajo por sí solo dará sus frutos.

Atender dos grados no era fácil, al principio me sentía ofuscada, no sabía por dónde comenzar pero tuve que darme a la tarea de recurrir a mis padres, tíos y amigos maestros para que me dieran sugerencias de trabajo y poco a poco fue creando mi estilo de trabajo, inventé estrategias, modifique otras, pero siempre teniendo en mente que mis pequeños aprendieran. Realicé un diagnóstico grupal, para saber qué es lo que debía fortalecer en segundo grado y por dónde comenzar con primer grado. Recibí 6 alumnos de primero y 18 de segundo grado. Aparentemente eran pocos pero dentro de ellos tenía casos especiales.

En primer año tuve a un alumno con problemas de lenguaje, no oía y le costaba hablar, esto fue a causa de que a los tres años ingirió veneno para moscas y por ende le atrofio el sistema del habla, fue muy difícil esta situación porque debía comunicarme con él a través de señas y hablar fuerte para que pudiera entender lo que decía y lo repitiera. A medida que fue pasando el tiempo, aprendí a hablar con el utilizando todo lo que estuviese a mi alcance y lo más impresionante es que sus propios compañeros ya sabían cómo tratarlo y eso ayudo a que el grupo se mantuviera unido.

También tuve otro niño con un problema visual, tenía un lunar en el ojo pero era maligno porque le interrumpía la visión, además de que este alumno por su mismo problema solo fue al preescolar un año y por ende su desarrollo motriz no era bueno, tenía problemas conductuales y era muy mimado en su casa, y por lo de su ojito no se le podía ni tocar al pequeño.

En segundo grado tuve 3 casos y estos si estaban ya canalizados con algunas instancias como lo son el CAM. Tuve un alumno de 8 años de edad en segundo grado, cuando llegué lo primero que hizo fue decirme: “dientes” y yo lo abracé, y es que todos los días debía mostrarle mis dientes y no porque estuvieran bonitos sino porque le llamaban la atención los braquets, todo lo que brillara lo distaría. Lo veía tan indefenso que mi propósito era que su actitud cambiara, que primero debía centrarlo en el espacio y tiempo, que tenía que cambiar esos arranques que tenía de repente.

Recuerdo que le gustaba jugar mucho con la computadora, los celulares, tenía una habilidad sorprendente y es que se enojaba si no se le daban las cosas, por lo que decidí empezar a darle confianza para que el pudiera sentirse parte de un grupo, confieso que me dio mucho miedo no saber qué hacer con él, la formación que recibí nunca tratamos este tipo de casos, no es lo mismo saber que existen a tenerlos dentro de la práctica docente.  Este pequeñito se pegaba en la pared, lloraba porque no le daba lo que quería, le pegaba a sus compañeros pero porque ellos lo provocaban. 

Poco a poco fui dándole encomiendas que debía realizar en el salón y así controlara sus conductas. Pase momentos muy tristes como el hecho de observar cómo se salía del salón gritando por su mamá, o cuando se pegaba en el piso o la pared; pero también pase momentos muy bonitos como el hecho de ir viendo como cambiaba y controlaba su carácter. Todos los días lo abrazaba y le decía que lo amaba y es como fue sintiendo confianza hasta lograr su cambio.

Tuve otro caso de una pequeñita que presentaba un diagnóstico de autismo (supuestamente), cuando llegué ella se mostraba solitaria, ausente, se mecía mucho en su silla, gritaba y lloraba de repente. Recuerdo un día que vio una piedra grande y empezó a llorar y diciendo que se iba a morir el huevo, entonces si me desconcerté pero su mamá ya un tiempo después me dijo que tienen un criadero de huevos y ella lo relacionaba con eso. Fue un caso difícil pero tuve que buscar estrategias que favorecieran su desarrollo y se integrara al grupo, poco a poco fue cambiando y de acuerdo al diagnóstico emitido por algunos doctores, padece un retraso mental y requiere de apoyo, por lo que asistió a estas regularizaciones y también a la escuela regular.

También tuve a otra pequeñita que tenía problemas de lenguaje, ella no podía hablar bien, su problema era nato, por lo que le costaba comunicarse, pero poco a poco con ejercicios de maduración, ella asistía a terapias en Hueyotlipan pero su proceso fue lento.
Cuando empecé a trabajar me enfrente a diversas situaciones, las cuales no me fueron explicadas durante mi formación. En cuanto a los trámites administrativos carecía de cómo hacerlos, al principio me costaba y más porque eran dos grados, pero con la ayuda de la directora y de las maestras de la escuela es como he ido adquiriendo experiencia y sobre todo que he aprendido a hacer las cosas bien, porque mi idea es, si vamos a hacer las cosas las debemos de hacer bien si no, no las hacemos.

Es cierto apenas tengo un año de servicio, pero pareciera que tengo más, mis ganas de trabajar son notorias y el compromiso docente es lo que rige mi vida profesional. Me siento a gusto con la tarea que hago día a día y es mi deseo seguir preparándome para poder ser mejor cada día.

Además de mi trabajo como profesora de educación primaria, también he asistido a congresos nacionales y a los cursos de formación, diplomados, y pienso y quiero en un futuro poder salir del país y compartir lo que sé, por ahora he decidido estudiar la maestría como un reto personal pero también profesional, sé que un grado no representa lo que sabemos o somos, pero si nos hace ser más humanos y humildes.

Entendamos que ser maestro va más allá de asistir a un aula y ser mediadores entre el alumno y el conocimiento, ahora nuestra sociedad nos exige ser competentes, hábiles y críticos ante las situaciones que se viven, pero no olvidemos que por quien estamos aquí es por nuestros alumnos, aquellas semillas que un día darán sus frutos.
Y mi historia personal y profesional sigue….

Licenciada en Educación Primaria
Profa. Elizabeth López Hernández